Me encanta la inocencia de los niños.
A mí me fascina observar esa gran capacidad de aprender,
su capacidad de sorprenderse y, sobre todo, la inocencia de sus
razonamientos. Detrás de su inocencia habita la sinceridad de su
corazón, de ahí que resulte tan hermoso a nuestros oídos el comentario
inocente y sencillo de un niño. Los niños creen todo lo que les
contamos, porque confían en nosotros y nos admiran.
La inocencia de un niño no refleja ignorancia, ingenuidad o falta de madurez, refleja la sorpresa, la ilusión, la imaginación, su limpia y maravillosa manera de ver las cosas.
(Luz )Maestra: usted sabía que encontré por acá Reino Unido,y quier decir que son muchos países unidos.
También Egipto es un país de arena y sin agua........
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